viernes, 11 de abril de 2014

Mi imposible empezó acá


“los sueños imposibles envejecen de esperar
que al fin los vayas a soñar”
Murga Agarrate Catalina

Hace 2 años la UNVM organizó una carrera con el nombre de "mi imposible empieza acá", que es una maratón de las denominadas "populares", eso significa que no solo participan competidores "de élite" sino también todo el que pueda trotar o caminar una distancia mas corta. Yo había corrido de adolescente, durante toda la escuela secundaria y después de unos 12 años sin competir me anote y corrí esa carrera. 

Llegada de la Maratón 2012 "Mi imposible empieza acá"
Durante buena parte de mi inactividad había estado peleando con algunos dolores en los pies, en las piernas, en la espalda, etc. Tenía 25 años, rengueaba y me dolía todo como si tuviese mas de 100. Un buen día un médico dio con la solución, un calzado adecuado: zapatillas. Parece una pavada, pero mejoré y al poco tiempo pude caminar normalmente. Aprovechando que podía, auricular en mano, salía a caminar cada vez mas seguido. Como podía caminar, troté, como podía trotar un día un amigo invito al que quisiera a correr 7km por un sendero y fui. Como pude con eso, quise mas y fue la universidad de la que soy parte que le puso nombre "imposible...", y ahí fui.
Sufrí como nunca, me costó muchísimo, pero reviví la sensación de una largada, de una llegada y de esos abrazos agitados con el que hasta hace un momento era un rival a vencer. Como saben los que ya están en esto, cruzar una meta no es el final de nada, es el principio de muchas otras metas, de objetivos nuevos, de desempolvar sueños que tenían rotulo de "imposible..."
Hoy estoy preparando mi primer maratón, el sueño de muchos, 42km 195metros donde no se llega sin el impulso de los sueños. Es ambicioso y es muy exigente, no solo ese día, sino en todos estos meses previos de entrenamiento duro, de faltar a algunos festejos, de perderse algunas cosas para poder ganar muchas otras.
Esos sueños, esos objetivos tuvieron inicio acá, y seguramente haya otros que este sábado descubran que pueden, que se puede seguir corriendo y que correr es una forma de vida, es algo que nos va a acompañar mientras podamos poner una pierna delante de la otra.
Mi abuelo corrió hasta los 76 años. Ganó su ultima carrera un mes antes de morir y nos dejo un legado imborrable, pero sobre todo la claridad de saber que la llegada no es donde se frenan los cronómetros y se corta la cinta, la llegada esta mucho mas lejos, muchos kilómetros y muchos años después. Hacia allá vamos, desandando imposibles, que empezaron acá. 

El Fede

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