sábado, 4 de agosto de 2012

Desentendernos y exigir, un deporte bien nuestro



Quienes han practicado o han estado cerca de quienes realizan un deporte amateur bien saben que es muy difícil sostener la actividad a niveles de alta competencia sin apoyo.
Un deportista amateur debe dedicar gran parte de su tiempo y su energía a encontrar modos de cubrir los costos de la actividad además de su subsistencia y en tal caso de su familia. Es muy normal en Argentina ver deportistas de nivel internacional sosteniendo un trabajo corriente, incluso una carrera universitaria a la vez que debe buscar el tiempo y la energía para su deporte. Por ejemplo Paula Paretto, una judoca argentina que fue medallista olímpica en Beijing y que logro un diploma olímpico en los juegos de Londres, declaro hace unos días: "al volver necesito descansar y ponerme al día con la facultad".
Aunque hablemos de deportistas del mejor nivel mundial, como es el caso de Paretto, es muy difícil que su profesión sea el propio deporte que practican. Digo, que sea su medio de vida y su ocupación principal y no una accesoria o complementaria a su trabajo o su estudio. Ahí es necesario el Estado, no podemos depender de que sea capaz de sostenerse hasta que una cierta visibilidad le permita sponsorizar su actividad y con ello vivir. No es el mercado quien debe resolverlo, creo firmemente que es el Estado el responsable.
Reconozco el contexto y las necesidades urgentes de nuestro Estado y nuestro pueblo, sin embargo esto no le quita peso a una realidad de largo arrastre en el deporte y los resultados deportivos nacionales, no solo de elite sino los de todo el año en cientos de lugares.
Nuestro gobierno destina muchos millones de pesos a un único deporte como el futbol, que es claramente el mas popular, sin embargo es uno de los pocos que no llegó a clasificar para los JJOO de Londres y los que si lo hicieron cuentan con escaso o nulo apoyo.
En estas olimpiadas, aun sin apoyarlos, aun sin ofrecerles condiciones mínimas para su actividad, aun cuando solo de ellos es el mérito de estar compitiendo a ese nivel, aun con todo eso nos damos el lujo de criticar y exigirles resultados a enormes deportistas por los que poco hemos hecho y a los que debemos un gran reconocimiento por honrar la tradición nacional defendiendo orgullosos los colores por el puro amor a la camiseta y en busca de un resultado positivo cuanto menos en lo personal.
Ya es un premio competir en un Juego Olímpico, pero debería ser un premio mayor el reconocimiento y el agradecimiento nuestro porque llegar hasta allí ha sido un mérito que solo a ellos les pertenece y al que ojalá pudiéramos contribuir aunque sea en parte.
Fede
Twitter: @magrintorres

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, creo que mas que ser una cuestión de cantidad de recursos es una cueetion de desorganización y de falta de eficiencia, con poco se puede hacer mucho y es evidente que los que la pelean lo hacen y con nada : -)

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  2. Aunque estoy de acuerdo con lo que planteas, tampoco hay que desconocer que con la creación del ENARD y el apoyo que este brinda a los deportistas se ha avanzado. Todavia falta mucho, pero creo que se ha dado un paso importante.

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